Uruguay se compromete a acabar con los apátridas

La apatridia es un problema importante en el mundo y en Uruguay. Los apátridas tienen dificultades para acceder a derechos básicos, como la libertad de circulación entre naciones, y no reciben protección diplomática aunque puedan viajar al extranjero.

Convention to End Statelessness

La Convención sobre el Estatuto de los Apátridas de 1954 y la Convención para Reducir los Casos de Apatridia de 1961 son las principales convenciones internacionales que abordan la apatridia. Se complementan con los tratados internacionales de derechos humanos y con el hecho de que todas las personas tienen derecho a una nacionalidad.

Uruguay es signatario.

Uruguay firmó ambas convenciones. Tienen fuerza de ley en Uruguay igual que nuestra Constitución.

La actual interpretación y aplicación de la ley uruguaya no permite, en nuestra opinión y a la luz del derecho internacional, que Uruguay cumpla con sus obligaciones internacionales.

Nuestra interpretación actual parece impedir que Uruguay cumpla.

En 2018, la DNIC, en representación de Uruguay, señala "que la nacionalidad es un estado permanente de las personas que no sufre ninguna alteración cualquiera sea el punto de la tierra que habiten".

Debido a una interpretación errónea de nuestra Constitución e historia en material académico publicado en los años 40, la política actual de Uruguay es que "en ningún caso un extranjero puede adquirir nuestra nacionalidad".

Uruguay se ha comprometido a proporcionar una vía de acceso a la nacionalidad a todos los apátridas. Uruguay ha declarado públicamente y sin ambigüedades que la ciudadanía legal no es la nacionalidad. Uruguay niega que exista una vía de acceso a la nacionalidad en Uruguay. No puede ser de ambas maneras.

La aparente imposibilidad de cumplir con los compromisos de Uruguay en lo que respecta a los apátridas llama la atención sobre el problema fundamental de que Uruguay no otorga la nacionalidad a los ciudadanos legales. Uruguay no prometió en sus obligaciones del tratado proporcionar un estatus similar, en cierto modo, a la nacionalidad. Uruguay no prometió cumplir parcialmente. Uruguay prometió un camino hacia la naturalización y la nacionalidad y no existe tal camino.